Mi adorado Hotmail


Acabas ingresar a una cabina pública de internet. Ves al administrador. Está concentrado frente a una computadora, al lado de la puerta principal. Ahora se ha dado cuenta de tu presencia. Levanta la cabeza y te regala una mirada lánguida. ¿Son sus ojos o la pantalla plana del monitor?, te preguntas. No te interesa dilucidar esa duda.

El local es un cuchitril. A la derecha se alinean una saga de cubículos de media altura. El hacinamiento de objetos y personas que allí cohabitan te sugiere que acabas de ingresar al pabellón de un centro penal. Más aún, cuando se te ocurre que aquellos habitantes están atados a esas máquinas a través del "inofensivo" mouse, sin posibilidad ni voluntad de escapar (lo que es peor).

Sabes que en las siguientes horas tú también formarás parte de ese ejército de presos voluntarios. Estas dispuesto a pagar uno, dos, tres, o más nuevos soles por la carcelería. No te importa. Eres una víctima “adquisitiva”, es decir, una víctima que quiere ser víctima. Gran tema para los criminólogos.

—Entra, nomás. La cabina siete y la nueve están libres. –te dice el administrador.

Avanzas. Te imaginas el nueve. El siete no te gusta, mal augurio. Hacia allí vas. Te aprestas a instalarte. Setenta centímetros de largo por otros setenta de ancho: perfecto para quedar inmovilizado. Ingresas. Te sientas. Tus rodillas chocan contra los soportes de la mesita. Te acomodas.

Enciendes la computadora Pentium IV. Mientras carga, encuentras que esa máquina se parece a la gallina "ponedora" de tu tía María. Sí, aquella gallina es “cremita”, el mismo color de las camisetas de la U, mi equipo favorito, se te ocurre. Miras alrededor. Contemplas la mesita. Y ahora crees que aquella máquina está sentada sobre un nido. Claro, no faltaba más. Si es una gallina ponedora, es lógico que se instale en un lugar adecuado para poner sus huevos. ¡Viva la U!

Ahora si. Escuchas el sonido de apertura del Windows XP. Cual estrellas del firmamento, ante tus ojos van apareciendo una sucesión de íconos de programas que no sabes para qué sirven. Acaba de aparecer el único que realmente te interesa: el de “Internet Explorer”. Te alegras. Ansioso coges el mouse, y con el puntero le das un clic. No puedes dejar de sentirte victorioso.

Si. Ya estás navegando. Ahora le das un "clic" al vínculo que te lleva a “Hotmail”. No se te ocurre que empiezas a ser parte de un paisaje surrealista: estás conectado con el mundo entero, eres parte de esa multitud que llaman “aldea global”. Sin embargo, el precio que pagas es alto: lo haces asumiendo la actitud de un anacoreta, entregado a la contemplación y sumergido en la más absoluta soledad. Estas especulaciones no te importan. Más todavía, si te acabas de animar a ingresar a tu correo-e. Lo abres. En la bandeja de recibidos tienes una lista de mensajes nuevos. Eres una persona súper relacionada. No faltaba más.

Le das "clic" al correo más reciente. ¡Oh…! Es una cadena. El mensaje que trae es conmovedor. Te cuenta la historia de un niñito sin brazos, sin piernas, sin cabeza, sin padres, sin mascota y deforme con un kion, por culpa de las emanaciones radioactivas de la central nuclear de Chernóbil, que explotó hace más 20 años en la ex Unión Soviética. Te dice que eres el salvador. Lo único que tienes que hacer es reenviar ese mensaje a todos tus contactos. Y la "Institución Caritativa para niñitos sin brazos, sin piernas, sin cabezas, sin padres, sin mascotas y deformes como un kion” abonará 0.25 centavos de dólar por cada mail reenviado. Qué historia tan triste. Casi te pones a llorar. Pero, te alegras. Estás convencido que tienes la oportunidad de ser buenito. Así lo decides. Y sitúas el puntero en “reenviar”. Cargas a todos tus contactos. Y ¡Clic...! Adiós sentimiento de culpa: hágase millonario ese niñito y recobre la salud entera y, de paso, a su mascota.

Sigues con los correos nuevos. De nuevo "clic". Encuentras otro mensaje en cadena. ¡Oh…! Este si es sublime, es de autoayuda. Dice que “Amigo es el que está a tu lado cuando todos se han ido de juerga, amigo es el que está a tu lado aunque seas feo, amigo es el que está a tu lado aunque te debe dinero y ni sueña con devolvértelo, amigo es el que está a tu lado cada vez que estas dispuesto a invitar la borrachera, disparando como Rambo en el pub o karaoke de moda”. Qué maravilloso, piensas. ¡Viva la amistad! El que te envió el correo no puede ser más fresco. Dice que debes compartir el mensaje reenviándolo a todos tus amigos, inclusive, a él. Y serás un buen amigo. ¡Qué bacán! Así lo haces. ¡Clic...! Y ahora te sientes el hijo favorito de Paulo Coelho.

El siguiente mensaje te captura en el acto. ¡No rompas esta cadena!, te advierte. ¡Es milagroso! "Carta a la Virgen quinceañera", se titula. Y dice: “Virgencita, el otro día te pedí por la vida de mi tatarabuelo, y me lo concediste (a sus 165 años, sigue vivito y coleando el muy conchudo), el otro día te pedí que la selección peruana de futbol consiga un resultado distinto a los anteriores, y me lo concediste (perdió 0 a 6 a con Uruguay), el otro día te pedí que cambiaras mi situación financiera, y me lo concediste (me notificaron con una demanda de cobro de soles). ¡Qué maravilloso poder taumatúrgico!, piensas. El mensaje dice también que debes reenviar la cadena a 20 personas. Caso contrario, sufrirás toda clase de males por el poder de "He Man" y la "Virgen quinceañera".

Ahora no sabes si continuar leyendo los correos que siguen, o bucear en “Google”. Mientras te decides, empiezas a hacer círculos bobos con el mouse.

Comentarios

Anónimo dijo…
Son las cosas del correo electronico. Esa es la forma de capturar email. Despuès, virus y màs virus.

Atonito.
Anónimo dijo…
mayormente se usa el internet para chatear o entablar relaciones sociales, mas parece un vicio asi infantil semejante a los niños que se ahorran sus propinas para jugar video juegos..

chambery
Unknown dijo…
No cabe duda que sin la internet estuvieramos reconnnnnnntra atrasado, pero hay cosas y COSAS!!!
jaja

gracias por la visita

bso
Anónimo dijo…
vaya, diste en el clavo de toda la gente joven, porque siempre estamos haciendo movimientos bobos...ja ja, ja...

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