Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2008

Especie en extinción

Imagen
“Siento que me estoy extinguiendo…”, me confiesa Alberto exhalando un profundo suspiro. “No sé qué hacer” agrega con la mirada perdida en el concurrido restaurante del aeropuerto Jorge Chávez, en Lima. Me sorprende. No imagino el porqué de aquellas palabras. Con Alberto compartí las aulas universitarias. Desde esos días Alberto era dueño de una personalidad auto-afirmativa y machista. Al paso de los años, nos graduamos de Abogados simultáneamente. Tiempo después, cada quien contrajo matrimonio. Hoy, sentados alrededor de esta mesa de aluminio y frente a sendas tazas de café, en el segundo nivel del Aeropuerto, la voz de Alberto suena triste y pesimista: “Siento que me estoy extinguiendo...” Alberto siempre pensó que el mundo sólo pertenecía a los varones, que las mujeres eran un complemento decorativo, que eran necesarias para las atenciones ordinarias del hogar, únicamente. Por eso, hace trece años, cuando nació mi hija Miluska y no obstante que él también estaba a punto de ser padre,

Cusco y Francisco Franco

Imagen
Decido reposar al filo de este angosto camino, en las alturas de Pisac - Cusco. Sentado sobre un filón de piedra y venciendo el vértigo que sugiere este precipicio, contemplo aquellos andenes incaicos que, en perfecta alineación, descienden hacia el valle. Al fondo, entre el verdor de la campiña, el imponente río Urubamba se desliza cual robusta boa monocromática. Concentrado en este paisaje, siento que alguien cruza a mis espaldas. Tras un breve descanso, decido seguir. Al cabo de unos minutos encuentro un gorro sobre el suelo pedregoso. Debe pertenecer a quien pasó mientras contemplaba el valle, pienso. Lo recojo y continúo. Llego a la cima, a las ruinas. Me detengo en el pequeño “Intihuatana”, émulo diminuto del que existe en Machu Picchu. Advierto la presencia de un solitario turista sentado sobre un muro. Sus ojos vivaces se posan en la prenda que llevo entre manos. “¿Es tuyo?”, le pregunto. “¿Pues, sí?”, me responde con un evidente dejo español. Le entrego. “¿De qué parte de Espa

El tema del verano

Imagen
Llegamos a la playa cuando el sol del medio día despliega sus abrasadores rayos. Ni bien detengo el automóvil, saltamos a la arena. A Mauricio, mi pequeño “cachorro”, sólo le interesa ocuparse de la pelota. A Miluska, mi encantadora “princesa”, le basta portar el “mp4”. Amanda y yo protestamos. Finalmente, todos cargamos las sombrillas, toallas y el pesado “cooler”. Las playas de mi infancia fueron territorios mágicos de helados y castillos. Después, en mi primera juventud, de “chelas”, cigarrillos, e infaltables amigos. Pero, sobre todo, fueron zonas de arena, mucha arena, un océano de arena junto al mar. Por eso hoy, en el extremo sur del Perú, padezco en esta playa: rocas allí, rocas allá, y más rocas acullá. El viaje a la playa era una consigna. “Tenemos que ir a la playa, papá”, venía reclamándome Miluska. Ante esa insistencia uno de esos días le inquirí: “¿Por qué?” No creo que sea el simple afán de retozar en la orilla del azulado océano. No. En el verano hay algo más, algo que