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Mostrando las entradas de agosto, 2008

Quién eres, pe

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Ha caído la tarde y sobre ella, la noche. Estoy con Amanda en el apacible y acogedor café-literario “Zeit”. Vengo a escuchar a los jóvenes escritores y poetas, que cada fin de semana se dan cita aquí, a saber de las musas que en ellos habitan, y a tomar nota de las cosas que se traen entre manos. Algunas veces comparto con ellos la mesa. Otras, les escucho en el proscenio donde, gracias a la buena voluntad de Klaus (dueño de este local), a través de una entrevista y acompañados de una cerveza alemana, dan rienda suelta a sus fantasmas. Hoy viernes, por ejemplo, es grato saber de Mario Carazas, ganador de los concursos de poesía 1999 y 2000 de la Casa del Poeta, y segundo lugar en el concurso de poesía 2006 del Gobierno Regional de Tacna. Asimismo, de Augusto Toledo, reciente triunfador del concurso de poesía 2008 del Gobierno Regional de Tacna. Un gordito, de andar desarreglado y cabello crecido, es quien promueve y conduce las tertulias. Hace el esfuerzo, hay que reconocerlo. Pero, co

Candidato a la presidencia

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A la distancia, en medio de la muchedumbre, diviso a Carlos. Avanza con la mirada perdida en el horizonte. Su caminada, chueca y apurada, es inconfundible. Luce desarreglado y sucio. Tiene el rostro castigado por el sol, la barba crecida, el cabello despeinado, y la camisa fuera del cinto. En la mano, pegado al pecho, porta un libro con empaste de cartón. Me detengo para saludarlo. Cruza delante de mí. No me mira. Carlos fue mi amigo. No sé cuándo llegó al barrio. Sólo recuerdo que, siendo adolescentes, cual ave fugaz aparecía en el parque. En esas ocasiones, en silencio se acercaba al grupo. Tan pronto advertíamos su presencia, “llegó el loco”, alguien decía. Y comenzaban la mofa y los improperios contra él. Y en el rostro del pobre Carlos se dibujaba un gesto de fastidio y humillación. Sin embargo, allí permanecía, quieto y sólo contra el mundo, como un poste de alumbrado público. Yo no gozaba ni reía. Pero tampoco tenía valor para defenderlo. Otras veces, por las noches, le encontra